Un lugar encantador en el casco viejo, donde la limpieza y el diseño acogedor destacan. La atención de Daniel fue excepcional, brindando recomendaciones valiosas. A pesar de la falta de ascensor, lo compensó la ubicación perfecta y las cómodas camas. Algo que podría mejorar sería un poco más de luz natural en las habitaciones húmedas.

La ubicación es ideal, en el corazón del casco antiguo, lo que facilita el acceso a bares de pintxos y tiendas locales. La habitación era acogedora y muy limpia, con un pequeño balcón que ofrecía un rincón perfecto para relajarse. Además, la atención del personal fue excepcional. siempre dispuestos a ayudar y ofrecer recomendaciones sobre lugares a visitar en la ciudad. La insonorización de la habitación permitió una buena calidad de sueño, a pesar de la vida nocturna activa en la zona.

El ascensor no estaba en funcionamiento, lo que dificultó el transporte de las maletas por las escaleras.

A Ubicación perfecta
B Camas cómodas
C Limpieza impecable

A Ascensor fuera de servicio
B Ruido por pasillo

La habitación era tranquila y bien cuidada.

Ubicación inmejorable, en el medio del casco antiguo. Habitación cómoda y bien cuidada. Atención del personal de primera, siempre dispuestos a ayudar y recomendar. Aunque el ascensor no funcionaba, la experiencia fue buenísima. Perfecto para disfrutar de pintxos.

la habitación insonorizada fue un gran alivio en zona ruidosa

amabilidad del personal, ubicación perfecta

ruido nocturno

la limpieza era impecable y la atención del personal excepcional. especialmente daniel, quien nos recomendó lugares increíbles para comer y visitar.

la habitación era un poco oscura a veces 😅.

Wi-Fi excelente y personal amable. Ascensor fuera de servicio fue un inconveniente.

Qué delicia de pintxos encontramos en Bilbao! Desde El Txoko Berria hasta Amarena, cada bocado fue una fiesta de sabores. Y la habitación, aunque pequeña, contaba con ese toque acogedor que invita a relajarse. También, el servicio en la recepción fue un encanto. nos dibujaron un mapa con las mejores paradas culinarias de la zona.

Por ponerle un pero, el ascensor todavía no estaba listo, así que hubo que hacer un poco de ejercicio con las maletas. Pero, sinceramente, todo lo demás brilló.

buen servicio pero ascensor fuera de servicio

La atención del personal fue excepcional. Me ayudaron con recomendaciones locales que hicieron mi visita mucho más placentera. La limpieza de la habitación era notable, siempre encontraba todo en perfecto estado.

El ascensor estaba fuera de servicio y subir con maletas por las escaleras fue complicado.

volveré

La habitación era súper acogedora, con calefacción, moqueta y un bonito balcón. Tenía todo lo necesario, tele de pantalla plana, ropa de cama, y un baño privado muy limpio. Además, la decoración era muy cuidada y tenía un ambiente familiar. La ubicación es perfecta, con un montón de bares de pintxos justo al salir. Es un lugar tranquilo para descansar entre tanto ambiente.

El alojamiento en Iturrienea Ostatua fue muy agradable. Me encantó la atención del personal. siempre amables y dispuestos a ayudar. La recepción nos mostró un mapa de la ciudad y nos recomendó bares para disfrutar de buenos pintxos, lo que fue un gran detalle. La ubicación era inmejorable, en el casco antiguo, rodeado de bares y a pasos de la estación de tren y metro. La habitación era cómoda, tenía aire acondicionado y se mantenía en buen estado de limpieza diaria. A pesar de la concurrencia en el área, nuestra habitación daba a un patio interior y no se escuchaba ruido, lo que permitió que descansáramos bien por la noche. Sin embargo, el ascensor aún no estaba en funcionamiento porque lo estaban instalando, lo que fue un inconveniente durante nuestra estancia, sobre todo al subir las maletas por las escaleras. Creo que el desayuno era un poco caro para lo que ofrecía, no lo probamos, pero vi que costaba 7€. En general, una estancia muy satisfactoria, ideal para visitar Bilbao.

La ubicación en el casco antiguo es excelente, con un montón de bares y restaurantes a la vuelta de la esquina para disfrutar de pintxos. Las habitaciones están bien reformadas, con una cama amplia y un ambiente acogedor que invita a relajarse.

Sin embargo, el ascensor estaba fuera de servicio durante toda mi estancia, lo que complicó un poco las cosas al subir maletas por las escaleras. Además, aunque la habitación estaba bien, me pareció algo justa de tamaño, sin suficiente espacio para dejar las maletas a mano. El desayuno, aunque aceptable, se sentía repetitivo y posiblemente caro para lo que ofrecía.